Después del doble envite de la Supercopa de España, en el Real Madrid parecen satisfechos con la competitividad alcanzada. El nivel exhibido, según ellos, recorta la distancia futbolística con el Barça, y eso les llena de gozo y alegría. Pero yo les veo un problema, y no es la violencia o el juego sucio, sino simplemente que se autoengañan. ¿Por qué? Porque su éxito se ha fundamentado en los robos de balones en zonas peligrosas y cercanas al área defensiva del Barça. Realmente, el Madrid no construyó mucho juego, sino que fue muy constante en la presión, mientras que el Barça me ha parecido dormido o aletargado subiendo el balón desde la defensa. En esa actitud me recuerda a la mejor época del Chelsea de Mou. ¿Pero es esto suficiente para vencer al Barça? Creo que no. En cuanto Messi, Iniesta, Xavi (y secundariamente Alves, Piqué o Busquets) están a un mínimo nivel físico, los robos de balón se reducen drásticamente. El Madrid necesitará más argumentos de los que muestra hasta ahora para llevarse los enfrentamientos directos, siempre y cuando no siga teniendo el beneplácito de los árbitros, que a petición tácita de Mou, han elevado el umbral de la sanción.
Este artículo de El País explica, en parte, uno de los fallos de Mou en este sentido. La rápida terminación de las jugadas de ataque y la mala decisión de colocar a Coentrao en el mediocampo.
Mou intenta poner el dedo el el ojo de Barça, pero como no lo consigue en el campo, se ve obligado a hacer todo lo posible fuera de él para llevar a cabo su empresa. De cajón.
- drj9 -
20 de Agosto de 2011
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...de paja mental a orgía cerebral