Los 4 Clásicos. Capítulo III de IV

27.04.2011 Semifinales Champions 2010-11 - Paritdo de Ida

Real Madrid 0 - FC Barcelona 2

El Barça tiene a tiro la final de la Champions, pero esto no ha terminado, y ya veremos qué ocurre en el partido de vuelta. Lo sorprendente, más allá del resultado (el Barça ya se ha acostumbrado a ganar en el Bernabéu en varias ocasiones en los últimos años), sino el ambiente de demagogia y tensión que ha conseguido cargar Mourinho, y que la prensa de Madrid (en sus líneas editoriales, no en todos sus periodistas) ha protegido y sobredimensionado. Lamentable darle tanto altavoz a quien tiene tan poco que decir.

Desde Barcelona, cuesta hacerse a la idea del modo en que Mourinho vomita su demagógico punto de vista sobre el mundo el fútbol. Su comportamiento paranoide y malintencionado creo que es su verdadera aportación a este deporte. Jamás se ha visto a un entrenador con esas ínfulas, pretensión, falta de objetividad y sobretodo, manipulación de los medios y las masas. Populismo barato y vergonzoso. Allá él con su actitud, y allá esos que a ciegas le creen.

Sobre el partido, el Madrid volvió al planteamiento del partido de liga (1-1), sin ninguna ambición en jugar el balón con criterio, según propias palabras de Mourinho, el plan era aguantar, aguantar, hasta que se desquiciara el Barça, y sacar a Kaká en los últimos 30 minutos para reventar el partido. Pero la expulsión les cambió los planes.¿Eins? ¿Perdón? Sólo tiene una definición: patético.

El Barça, por su parte, con sus consginas claras, poseer el balón sin perderlo en la zona media, control, control...venía con bajas, con los ánimos tocados pero a la vez encendidos...no tenía porqué ir a atacar..Da la sensación que es obligación del Barça atacar para que el Madrid pueda desempeñar legítimente su juego...¡acojonante! Si no ataca o contraataca el Madrid es también por culpa del Barça.

La expulsión marcó el partido. Es obvio, pero fue merecida, y si fuera discutible el color de la tarjeta, hay que recordar que en este partido podrían haberse ido a la calle sin ningún tipo de problemas, Sergio Ramos (manos primero, y una entrada golpeando a Messi luego), y Marcelo, por su doble pisotón a Pedro, que cayó lesionado en ese lance cobarde del brasileño.

¿POR QUÉ? se preguntaba Mourinho repetidamente en la rueda de prensa. ¿Por qué? Porque Dios quizás existe, Mou, quizás juzgue tu vanidad y tu carácter altivo. Quizás tenga tiempo alguna vez para los humanos y te azote con un justo castigo. No suele aparecer llamativamente en los medios, no acostumbra a pasar sus logros por la cara de los demás, no suele excusarse de sus propios errores, no suele lamentarse de la dureza del rival. Se llama Messi, recuérdalo. Ahí tienes el por qué.

- drj9 - 

28 ed Abril de 2011